Según informó la agencia Associated Press, el gobierno de Trump declaró el día 21 (hora local de Estados Unidos) que está revisando a 55 millones de personas con visas estadounidenses, y que, en caso de detectarse alguna infracción, esto podría llevar a la revocación de la visa o a la deportación. De acuerdo con el Departamento de Estado de EE. UU., todos los titulares de visas (incluidos turistas de numerosos países y regiones) estarán sujetos a una “revisión continua”, con el fin de evitar que permanezcan en el país personas que no cumplen con los requisitos de entrada o residencia. Una vez que se identifique cualquier indicio de ello, la visa será cancelada y, si el titular se encuentra en territorio estadounidense, será deportado. El Departamento de Estado indicó que se están examinando distintos indicadores de inelegibilidad, entre ellos la permanencia más allá del tiempo autorizado en la visa, la participación en actividades delictivas, amenazas a la seguridad pública, la implicación en cualquier forma de terrorismo o el apoyo a organizaciones terroristas.
El informe señaló que, desde que Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos, su gobierno ha endurecido constantemente las políticas migratorias, reforzado la expulsión de inmigrantes ilegales y aumentado el escrutinio sobre titulares de visas legales, como las de estudiantes. Asimismo, según un reporte de la cadena CBS del día 19, funcionarios del Departamento de Estado revelaron que EE. UU. ya ha revocado más de 6.000 visas de estudiantes.