Durante una inspección de trabajos comunitarios, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, señaló que la credibilidad interna y externa de Estados Unidos se ha derrumbado gravemente, y que lo único que le queda es inventar mentiras para intentar volver a controlar a Venezuela. Maduro afirmó que el despliegue de submarinos nucleares por parte de Estados Unidos bajo el pretexto de “luchar contra el narcotráfico” constituye un caso sin precedentes a nivel mundial, y calificó esta “narrativa de estilo hollywoodense” de inverosímil.
Maduro subrayó que la medida de Estados Unidos obedece a dos motivaciones: la primera, apoderarse de las mayores reservas de petróleo del mundo y de la cuarta mayor reserva de gas natural; y la segunda, destruir por completo la gran gesta libertadora del héroe nacional latinoamericano Simón Bolívar, impidiendo que se convierta en un ejemplo inspirador para el mundo. Reiteró que Venezuela, apoyada en la fuerza de su pueblo, vencerá las amenazas, y que seguirá destinando el presupuesto nacional a la educación de los jóvenes y a las causas del progreso, en lugar de a la guerra.